Tchaicovsky Overture 1812

jueves, 18 de marzo de 2010

Oda a las demostraciones

Vengan musas a mi encuentro,
Cual a poetas han dado versos,
Iluminadme con los argumentos,
De aquello que creo cierto.

Definiciones más generales,
Afilan mi sable de grafo,
Para ganar una guerra,
Apasionada y en vano.

Debo reunir las provisiones,
Y también a los soldados,
Ellos me juran lealtad,
Luego de haberlos derrotado.
Más debo vencer al contrincante,
Sin gastar demasiado.

Hipótesis nuestros aliados,
Tesis nuestras metas,
Los Lemas las batallas,
Los Teoremas las guerras.

Emprendamos queridos Lemas,
El escarchado camino,
Cargando absurdos e inducciones,
Cual trabucos y cañones;
Que he de guiarlos con el mapa,
Que han trazado mis intuiciones.

Esa sensación límpida y rara,
Al terminar alguna batalla,
Y es que hasta las mentiras,
Temen ser demostradas.

El sable presto se agita,
Con desición bajo mi mando,
Y es que parece que fuera sólo,
Alardeando a su paso.

Argumentos se agolpan en la mente,
Fluyen prestos hacia el campo,
Ensangrentado de goma y borrones,
Algún supuesto habrá arribado.

Siento ese yugo indecible,
Pues guerra y guerrero son uno,
Fatiga y pasión se baten a muerte,
En mi corazón iracundo.

Extraños placeres,
De guerras engendrados,
Por banalidades intrincadas,
A mi alma cual tornados.

Roban atisbo de vida,
Enjuta como un trazo,
Demuestro por demostrar,
Mas no quedará probado.

Cual obra de arte estampada,
En el prolijo desliz de razones,
El cuadrado final es la firma,
De encarnizada guerra informe.

Victoria!!!
Por ahora demostrado!!!
Victoria!!!
El teorema ha abdicado!!!

Illa nata ego

lunes, 28 de septiembre de 2009

La Muerte de Dios



Que otra cosa significa la muerte de un Dios, sino es la liberación de la última esclavitud, la más profundamente arraigada, la más malograda, la de nuestro espíritu, la aceptación de nuestra potencia y nuestra divinidad...
Un grito de libertad, uno que reivindica nuestra única patria legítima, la de ser humanos.
Me siento tan pleno al saber que no hay nadie midiendo del otro lado, nadie juzgando ni sopesando, y es que allí donde empieza la verdadera aventura...
Pues la experiencia, con toda su nulidad, logra ser algo en cada uno de nuestros corazones, nuestras experiencias nos enseñan, y es que no hay que dar muchas vueltas, estamos aquí para vivir una gran travesía, una apremiante y apasionada...
La muerte de Dios, que otra cosa significa sino la muerte de la ignorancia, el cese de toda explotación por parte de un poder divinamente (y falsamente) legitimado por fuerza, despertemos... veamos este espectáculo de las leyes de la naturaleza, que nos traspasan, nos trascienden y definen nuestro ser, pues eso somos, polvo del cosmos...
La muerte de Dios, una invitación a la prueba, al descubrimiento de la verdad, a la legitimidad de nuestra naturaleza empírica, una invitación a la plenitud de nuestra humanidad...
La muerte de Dios, no como asesinato, sino como metáfora del despertar, del amanecer...
Pues muerto Dios... luego nosotros, la humanidad, somos libres para vivir...

Porque la semilla debe morir para que el árbol crezca.

Illa nata ego.

sábado, 26 de septiembre de 2009

¿Azar o Determinismo?




En realidad, las preguntas filosóficas sobre la realidad (valga la redundancia) se reducen a una única cuestión, una que, si se quiere, define la esencia última de nuestro mundo, pues los teoremas derivados de su respuesta, o de su consideración bifurcan la filosofía, la física y la moral.
Mi respuesta, que es por demás, muy conveniente, es que son aspectos polares de una misma cuestión, y, llegado este punto fácilmente arribado, deberé simplemente aplicar mi axioma, del cual no he dudado ni en mis peores crisis, ni en mis más absolutas euforias.
Diré aquí que no puede haber uno sin el otro, tan necesarios azar y determinismo para anular nuevamente la esencia, como cualesquiera aspectos polares de dicha y sobredicha nulidad.

Permítanme explicarme:
Consideremos cierto destino, para nosotros definido como una clausula empírica, téngase de ejemplo: "Estarás en tu casa todo el día". Suponiéndolo cierto, este destino, así definido, es ciertamente muy ambiguo, por más que realmente afirme, no determina en que lugares estarás dentro de tu casa, esta es mi analogía del azar. Así pienso que trabajan estos dos conceptos. Mi definición de destino es, pues, una cota del azar.

A esta altura: ¿Hasta que punto podemos acotar el azar?
El axioma nos asegura que existe una mínima cota, pues de no existir, podríamos acotar el azar hasta hacerlo nulo, lo cual es absurdo. Deberá existir un sistema, de quien no podamos decir con certeza, ni aún con los suficientes datos, que destino tendrá cabida.

"Arriba está la ciencia, y abajo el electrón."

Illa nata ego.

lunes, 31 de agosto de 2009

Fragmento 4

Predicciones Mayas sobre el fin del mundo en 2012


El cumplimiento de las detalladas predicciones que la antigua Cultura Maya hizo para el periodo que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante: ¿Nos encontramos realmente viviendo el final de una Era Cósmica y veremos dentro de 7 años el amanecer de una con signo muy distinto?

Los científicos no saben qué está sucediendo con el Sol. El 20 de enero de este año, una sorpresiva tormenta solar alcanzó la Tierra con su máximo de radiación sólo 15 minutos después de iniciarse la serie de explosiones, cuando lo habitual son 2 horas. Según Richard Mewaldt, del California Institute of Technology, fue la más violenta en los últimos 50 años. También ha sido la más misteriosa.

Los científicos creían que dichas tormentas se producían en la corona solar por las ondas de choque asociadas a eyecciones de plasma. Sin embargo, en este caso parece haberse originado extrañamente en el interior del Astro Rey, según afirmó el profesor Robert Lin, de la universidad de California.

Los astrónomos expresaron su perplejidad. El profesor Lin -principal investigador del satélite Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager (RHESSI)- concluyó su declaración con una frase muy significativa: "Esto significa que realmente no sabemos cómo funciona el Sol".

En resumen: el insólito fenómeno del 20 de enero ha pulverizado los modelos predictivos de nuestra ciencia.
Pero además, ¿por qué se produce una actividad tan intensa y anómala en este momento? El pico de máxima actividad de nuestra estrella -en su ciclo principal de 11 años- tuvo lugar en el año 2000.

En 2004 los físicos solares observaron una ausencia total de manchas, algo que siempre anuncia la proximidad de un mínimo de actividad.
Dicho mínimo debía producirse entre 2005 y 2006, unos 4 años antes del nuevo máximo, previsto para el año 2010 o 2011, precisamente en vísperas de la fecha para la cual los antiguos mayas profetizaron el final de la era correspondiente al "Quinto Sol" y el comienzo de otro ciclo cósmico, llamado "Sexto Sol".
¿Sabían algo los mayas que nuestra ciencia actual ignora? ¿Podrían ayudar sus textos sagrados a los científicos, desconcertados por el extraño e inquietante comportamiento del Astro Rey?

Y sobre todo: ¿por qué motivo prestó aquella antigua cultura tanta atención a la actividad solar de nuestros días en tiempos tan remotos?

El calendario maya finaliza abruptamente el sábado 23 de diciembre de 2012, 5.125 años después de iniciarse la era del "Quinto Sol".

Según sus profecías, la causa física desencadenante es que el Sol recibiría un rayo proveniente del centro de la galaxia y emitiría una inmensa "llamarada radiante" que transmitiría esa radiación a la Tierra y al resto del sistema solar. Este evento precedería al comienzo de un nuevo ciclo cósmico.

Según su cómputo, habrían tenido lugar ya 5 ciclos de 5.125 años, completando una serie de 25.625 años, periodo muy próximo al de "la precesión de los equinoccios", conocido como "Año Platónico" o "Gran Año Egipcio", correspondiente a un ciclo completo formado por las 12 eras astrológicas (25.920 años).

Según los mayas, en la Tierra cada ciclo de 5.125 años habría sido el escenario de la aventura de una Humanidad -"una raza" en su concepto- y habría acabado con su destrucción, seguida por la regeneración que trae el siguiente ciclo o "Sol". Al comienzo de éste se produce una sincronización de la "respiración" de todas las estrellas, planetas y seres.

El 11 de agosto de 3.113 a.C. los mayas fijaron el nacimiento del "Quinto Sol" -la era actual- cuyo final llegaría en 2012. La Era del Agua habría acabado con el Diluvio, la posterior a ésta con un diluvio de fuego y la nuestra, llamada "del Movimiento", finalizaría con violentos terremotos, erupciones volcánicas y huracanes devastadores.
La mitología de las culturas antiguas más diversas recoge la memoria de inundaciones catastróficas que tuvieron lugar hace unos 12.000 años y de misteriosas lluvias de fuego, hace algo más de 5.000 años, que investigadores como Maurice Cotterell asocian a un gran cometa que rozó la atmósfera terrestre.

La predicción maya también describe los 20 años anteriores al primer día del "Sexto Sol" con cierto detalle. Este ciclo menor, que ellos denominaban Katum, ya ha consumido casi dos tercios de su duración total. Ello nos permite verificar hasta qué punto se han cumplido sus profecías hasta este momento y, en consecuencia, decidir si su nivel de aciertos merece suficiente credibilidad como para prestarles atención.

El último Katum -denominado por ellos "el tiempo del no tiempo"- habría empezado en el año 1992 de nuestro calendario, después de un eclipse de Sol que esta cultura pronosticó para el 11 de julio de 1991 y que se cumplió puntualmente. En el concepto maya se trataría de un periodo de transición, caracterizado por profundos cambios cósmicos, telúricos e históricos.

Es curioso observar que en septiembre de 1994 se produjeron fuertes perturbaciones en el magnetismo terrestre, con alteraciones importantes en la orientación de las aves migratorias y cetáceos, e incluso en el funcionamiento de la aviación.

En 1996, la sonda espacial Soho descubrió que el Sol no presentaba ya polos magnéticos sino un único campo homogeneizado. En 1997 se produjeron violentas tormentas magnéticas en el Sol. Y en 1998, la NASA detectó la emisión de un potente flujo de energía proveniente del centro de la galaxia que nadie supo explicar.

Otra fecha importante de las profecías mayas fue el eclipse total de Sol del 11 de agosto de 1999, que también se verificó puntualmente. Según el Chilam Balam -un libro sagrado maya-, siete años después del inicio del último Katum (1999) comenzaría una era de oscuridad y las convulsiones de la Tierra -seísmos, huracanes, erupciones volcánicas- aumentarían sensiblemente.

El 15 de septiembre de 1999, sólo un mes después del mencionado eclipse, una misteriosa explosión proveniente del espacio eclipsó durante horas el brillo de algunas estrellas. Las radiaciones de ondas radio, rayos gamma y rayos X multiplicaron su intensidad por 120. Astrónomos como Richard Berendzen y Bob Hjellming, del Observatorio Radioastronómico de Nuevo México (EE UU), calificaron este fenómeno como un enigma "digno de una investigación detectivesca".

EL RAYO Y LA LLAMARADA RADIANTE

Ante estos hechos objetivos cabe preguntarse: ¿podría ser esa misteriosa e inexplicada radiación de 1999 el rayo proveniente del centro de la galaxia que, según los mayas, alcanzaría al Sol antes del año 2012, cuando se dispararan los fenómenos sísmicos? ¿No resulta también evocador de "la llamarada radiante" que, según los mayas emitiría el Sol después de recibir ese "rayo", la igualmente enigmática y anómala explosión solar del 20 de enero de 2005, que ha dejado perplejos y sin respuestas a los científicos?

El eclipse del 11 de agosto de 1999 que precedió a la fuerte radiación proveniente del espacio del 15 de septiembre de 2005 inauguró un periodo de cataclismos naturales.
El día 7 de ese mismo mes se produjo un terremoto de 5,9º (escala Richter) en Grecia, con 218 muertos; el 8, inundaciones catastróficas en China, con miles de muertos; el 17, un terremoto de 7,4º en Turquía, con 15.000 muertos; el 20, un terremoto de 7,6º en Taiwán, con 2.000 muertos; el 22, una cadena de terremotos menos destructivos -entre 2º y 5,2º- en todo el planeta; el 30, un terremoto en Oaxaca (México), seguido de grandes incendios debidos a explosiones de gas, con más de 100 muertos; y el 10 de octubre las lluvias produjeron 300 muertos y 500.000 damnificados en México.

No se trata de una lista exhaustiva de catástrofes ni mucho menos, sino sólo de una muestra de algunos fenómenos muy destructivos, ocurridos tan sólo en los dos meses que siguieron al eclipse de agosto. Incluir los conflictos humanos que estallaron en esos dos meses y otras catástrofes naturales requeriría un abultado volumen.

En este mismo número se recogen otros datos sobre el aumento espectacular de los seísmos, erupciones volcánicas y meteoros violentos. La comparación de la intensidad y la cantidad que estos fenómenos tuvieron en los últimos años con periodos anteriores revela que experimentaron un incremento espectacular en este periodo que los mayas denominaron "el tiempo del no tiempo".

Después de la potente y anómala radiación emitida por el Sol el 20 de enero de este año se han disparado las erupciones volcánicas, que ya habían experimentado un incremento notable después del eclipe de 1999. En todo 2004 se registraron 31 erupciones significativas.

Sólo entre enero y abril de 2005, se han detectado 21. Y si sumamos los informes sobre nueva actividad de los volcanes que experimentaron erupciones significativas desde 1999, la cifra asciende a 43 para los 4 meses iniciales de este año.

A esta confirmación de las predicciones mayas debemos añadir otras. Según dichas profecías, a partir del eclipse de 1999 se incrementarían las guerras y la destrucción.
El cono de sombra de este eclipse se proyectó precisamente sobre Medio Oriente, Irak, Irán, Afganistán, Pakistán e India, señalando un área sacudida por los conflictos más sangrientos y la amenaza permanente de una confrontación entre Pakistán e India, ambos con arsenal nuclear.

Al acercarse el 2012 una ola de calor aumentaría la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos, geológicos y sociales sin precedentes, con una rapidez asombrosa. Estamos inmersos en dicha dinámica. El acelerado derretimiento de los glaciares en todo el mundo y la aparición de zonas verdes en la Antártida es ya un hecho confirmado científicamente. También anunciaron los cambios inesperados de la actividad del Sol que los científicos están verificando.

Las profecías mayas pronostican la aparición de un cometa, con alta probabilidad de un impacto contra la Tierra. Curiosamente, también en el Apocalipsis de San Juan se predice la llegada de este cometa llamado "Ajenjo" como signo del "Final de los Tiempos".

Otra coincidencia llamativa es que el 11 de agosto de 1999, no sólo tuvo lugar el último eclipse total del milenio, sino la formación de una configuración astrológica muy rara: la Gran Cruz Cósmica, formada en los signos de Tauro, Leo, Escorpio y Acuario, por el Sol, la Luna y tres planetas.

Esta Cruz también nos remite al Apocalipsis porque evoca a "los cuatro vivientes custodios del Trono".
El primero es descrito como "semejante a un león" (Leo), el segundo "semejante a un toro" (Tauro), el tercero "con semblante humano" (Acuario, el Aguador) y el cuarto semejante a un águila (Escorpio).

Estamos ante un simbolismo complejo que encaja con las profecías mayas del comienzo del "Sexto Sol": una nueva era que, según su predicción, supondrá "el final del tiempo del miedo" y una Humanidad renovada cósmicamente, que construirá una civilización superior a la actual.

Esta convergencia de expectativas, independientes unas de otras, que avalan las profecías mayas es otro hecho a tener en cuenta.
Resulta inevitable recordar a maestros como Sri Aurobindo que, junto a su compañera Madre y su discípulo Satprem, promovieron una transformación fisiológica, convencidos de que, en un ser humano superior, debería producirse "el despertar" del cuerpo a nivel celular e incluso de los átomos.

UNA EVOLUCIÓN PROGRAMADA

Aurobindo enseñó que se produciría "un descenso de la luz superior a las partes más bajas de la naturaleza", que favorecería el acceso del ser humano a un nivel de conciencia más elevado que el actual.

¿Podría este cambio ser activado o favorecido por ese gran evento cósmico que anunciaron las profecías mayas? ¿Podría ese salto vibracional del Universo, transmitido por el Universo al Sol y por éste a la Tierra, estar impulsando "la gran transformación" que, según los mayas, llegará definitivamente a nuestro planeta el sábado 23 de diciembre de 2012?

En cualquier caso, todas estas profecías son muy elocuentes respecto a dicho salto cualitativo en la evolución de la conciencia.

El cambio cósmico crea las condiciones, pero la transmutación interior sólo puede ser el resultado de una decisión libre y de un trabajo interior individual.

En este final del último Katum del calendario maya el Cielo nos pone ante una encrucijada: autodestrucción o transformación. Nos hallamos, por tanto, en una especie de "tierra de nadie": una fase definitiva que ya no pertenece a la vieja era, pero tampoco a la que amanecerá dentro de siete años, cuando se abra "la puerta" cósmica de un tiempo renovado.

En cualquier caso, nos parece evidente que los hechos corroboran las profecías mayas lo suficiente como para tomarlas en serio y examinarlas sin prejuicios a la luz de lo que sabemos del mundo.

¿La evolución biológica y psicoespiritual responde a una programación cósmica inteligente?
Este es, sin duda, el gran misterio que se nos plantea.

lunes, 24 de agosto de 2009

Fin del mundo (21/12/2012)


Fin del mundo... Cerca, lejos... es irrelevante, bastará preguntarme, de dónde vengo... hacia dónde iré... Sin embargo no he de preguntarme cosa alguna que no sepa responder de manera profunda, y que es profunda por ser inminente... Vengo de la nada, soy parte de una nada, estoy yendo hacia la nada. Fin del mundo... Que acaso no resulta irónico notar que nadie se percatará de nuestros actos, O acaso luego de que el mundo se termine habrá servido de algo, acaso cuando no haya ojos para ver, seguirán estando allí las estrellas?... Fin del mundo...Una imagen macabra, una imagen tierna... el día en que la nada se vuelve nada...

Illa nata ego

miércoles, 19 de agosto de 2009

Frases...

(No es raro que aquellas entradas de mi blog con las que más me identifico, y en las que más declaro mi forma personal de consevir al mundo, son las menos comentadas... )

Mefistófeles ("Fausto" de Goethe): "Soy el espíritu que siempre niega. Y ello con razón, pues todo lo que nace no vale más que para perecer. Por eso sería mejor que nada surgiera."

Segismundo ("La vida es un sueño" de Calderón): "Pues el delito mayor del hombre es haber nacido."

Schopenhauer: "Reconocemos sin ambages que, para quienes se hallen llenos de Voluntad, lo que permanece después de la completa abolición de la Voluntad, es una nada. Pero, a la inversa, para quienes la Voluntad ha dado una vuelta y se ha negado a sí misma, este nuestro mundo, que es tan real, con todos sus Soles y sus Vías Lácteas, es una nada."

Gorgias de Leontini: "Nada existe".

Ferrater Mora (diccionario de Filosofía, respecto del pensamiento de Schopenhauer): "Toda existencia «refleja» el impulso irracional e incesante de la Voluntad. Toda vida es lucha, pero la vida humana, en particular, está llena de sufrimientos: oscila, como un péndulo, entre el dolor del deseo (basado en la necesidad o en la carencia) y el dolor no menos intenso del aburrimiento o la inanidad (que se experimenta cuando todas las necesidades han sido satisfechas). Todo sentido y propósito es mera ilusión."

Schopenhauer: "La muerte es una deuda contraída al nacer."

Nihil: "La ironía suprema es saberse limitado, mortal, insignificante, determinado, ignorante, insatisfecho, (...), y aún así no enloquecer."

Illa nata ego

domingo, 16 de agosto de 2009

Fragmento 3

Este es un fragmento de la biblia que llego a mis manos mediante un papel olvidado en un escritorio del hogar estudiantil en donde vivo; nunca me contengo cuando hay algo para leer en tales circunstancias y menos si evidencia tan modesto título...

Comó encontrar la Felicidad (J.C.Ryle) (en el artículo se cita el libro de Mateo que es lo único que expondre -Nota de Nihil-)

Así dice...

"Una vez un ateo estaba dirigiendo la palabra a una multitud al aire libre. Intentaba convencer a la gente que no existía un Dios, ni un diablo, ni un cielo, ni un infierno, ni la resurrección, ni el juicio, ni una vida venidera. Les aconsejó botar sus Biblias y olvidarse de lo que decían los predicadores. Les recomendó pensar como él pensaba y ser como él era. Habló en forma atrevida. La muchedumbre escuchaba vehementemente. Era "el ciego guiando al ciego". Ambos estaban cayendo en el hoyo." (Mateo 15:14) (...)

La verdad es que no sé por donde comenzar, je, debemos comprender el esquisito rencor de estas palabras hacia los librepensadores, tanto es así que las palabras, intentan inocuamente engendrar con su altivez la seguridad de que el ateo está equivocado. Entendamos que estas palabras no buscan más que reprochar, y que están basados un prejuicio completamente hechado al vuelo, sin más apelativo (por demás malogrado hasta la estupidez) de la afirmación con un tinte de obviedad. No puedo más que declarar que yo no haría lo que hizo dicho ateo, ya que mis palabras serían por demás inútiles y totalmente desoidas. La gente no gusta de las pruebas, la gente gusta de los cuentos. No hablo en absoluto de la ciencia, ni de matemática, ni de prueba rigurosa, simplemente de la actitud crítica, la actitud filosófica si se quiere. Acaso no es repugnante aceptar un afirmación sin prueba...