Tchaicovsky Overture 1812

domingo, 16 de agosto de 2009

Fragmento 3

Este es un fragmento de la biblia que llego a mis manos mediante un papel olvidado en un escritorio del hogar estudiantil en donde vivo; nunca me contengo cuando hay algo para leer en tales circunstancias y menos si evidencia tan modesto título...

Comó encontrar la Felicidad (J.C.Ryle) (en el artículo se cita el libro de Mateo que es lo único que expondre -Nota de Nihil-)

Así dice...

"Una vez un ateo estaba dirigiendo la palabra a una multitud al aire libre. Intentaba convencer a la gente que no existía un Dios, ni un diablo, ni un cielo, ni un infierno, ni la resurrección, ni el juicio, ni una vida venidera. Les aconsejó botar sus Biblias y olvidarse de lo que decían los predicadores. Les recomendó pensar como él pensaba y ser como él era. Habló en forma atrevida. La muchedumbre escuchaba vehementemente. Era "el ciego guiando al ciego". Ambos estaban cayendo en el hoyo." (Mateo 15:14) (...)

La verdad es que no sé por donde comenzar, je, debemos comprender el esquisito rencor de estas palabras hacia los librepensadores, tanto es así que las palabras, intentan inocuamente engendrar con su altivez la seguridad de que el ateo está equivocado. Entendamos que estas palabras no buscan más que reprochar, y que están basados un prejuicio completamente hechado al vuelo, sin más apelativo (por demás malogrado hasta la estupidez) de la afirmación con un tinte de obviedad. No puedo más que declarar que yo no haría lo que hizo dicho ateo, ya que mis palabras serían por demás inútiles y totalmente desoidas. La gente no gusta de las pruebas, la gente gusta de los cuentos. No hablo en absoluto de la ciencia, ni de matemática, ni de prueba rigurosa, simplemente de la actitud crítica, la actitud filosófica si se quiere. Acaso no es repugnante aceptar un afirmación sin prueba...

5 comentarios:

  1. Ah, la verdad que me convenciste, estos dos mil años de occidente fueron un bolazo de costado, sí señor, la idea misma de Dios, la solidaridad, la fé y la esperanza fruto del cristianismo son divagues galopantes inútiles para la sociedad y hay pruebas de ello: la mezquina comunidad científica, la aún más mezquina comunidad de técnicos al servicio empresarial, el aún más mezquino cinismo de la ley declarada sobre una cosa claramente irreductible a la ley, dale con eso que vamos bien, ¿No?, ¿Vamos bien?

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  2. Creo que más que gustarle los cuentos, a la gente le gusta algo que le fue inducido: lo fácil. ¿Quién puede negar que es más fácil aceptar una afirmación sin más, a aceptarla demostración mediante? Probarla implica reflexión; trabajoso, ya que requiere pensar.
    La gente no piensa en este tipo de cuestiones, lamentablemente, y dudo que piensen en algo en profundidad.
    Claro que si nuestra sociedad educara para pensar libremente, sería lógico que a todos nos pareciera repugnante aceptar una afirmación sin prueba.
    Con respecto a las religiones, pienso seriamente que son el opio de la humanidad. Dejando de lado los principios morales que poseen (que más que principios son reglas de convivencia en sociedad), las religiones no son más que herramientas de dominación masiva (por cierto muy útiles y eficaces) perpetradas por agentes del poder con el fin de asegurar su permanencia en el mismo.

    Toda expresión que busque esclarecer, develar la verdad, es digna de la mayor de las atenciones.

    Saludos!!

    Inés

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  3. Al principio pensé que se trataba de algún sabio (y efectivamente fue así, je), comparto exactamente lo que acabas de declarar en cada palabra. Pero creo que la gente además de buscar lo más fácil (lo cual es propio de la mediocridad y caracterítico de la mayoría), la gente tiende a despreciar las pruebas y a cegarse frente a lo evidente.
    Espero que hayas leído a Bakunin (es un capo).
    Muchas gracias por seguir lo que publico.
    Saludos!!!!
    Illa nata ego

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  4. Con respecto a lo que comentó alotropico debo decir que también coincido, pero sólo cuando con ciencia te refieres a una institución en tanto esta se desvía de su única función legítima (la de esclarecer la verdad como bien a especificado Inés), pues cuando ésta intenta intervenir como gobernante o institución oficial, legal y con potencia, allí termina de ser ciencia, para convertirse en una versión francamente abrumadora de despotismo, donde juega sólo el deseo de perpetuarse a si misma en el poder. Luego de cruzada esta barrera las instituciones de la ciencia y la religión son homólogas. -véase "Dios y el Estado-.
    Gracias por comentar.
    Illa nata ego

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  5. Kwan:
    Nosotros le debemos la mediocridad infelismente a la ignorancia del mundo, donde se enseña a aceptar y no a jusgar, una sociedad desolada y acomodada que necesita creer en algo sea lo que sea
    PD:(este articulo no es nuevo, yo ya lo habia escuchado en mayo)

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